Casa Tagomago fue construida a finales del siglo diecinueve por la familia Saenz Diente, como parte de un caserón destinado a albergar cuadras y viviendas para los aparceros, en Restábal, en el fértil Valle de Lecrín, Granada. Restábal, junto con Melegís y Saleres, conforman el municipio de El Valle, en un lugar estratégico al suroeste de Sierra Nevada y Las Alpujarras.
Restábal, bañado por el Rio Santo, junto al Pantano de Beznar, es atravesado por el Camino Real que unía Granada con la costa. El lugar fue transitado por arrieros hasta bien entrado el siglo veinte. En la foto la antigua lonja en la Calle Real, muy cerca de Casa Tagomago.
La economía del El Valle, se sustenta en la agricultura, y especialmente en cultivos subtropicales, como aguacate, chirimoya, pero también otros mas tradicionales como el nogal o el naranjo. En los últimos años, el turismo ha ido cobrando cierta importancia. A la izquierda Casa Tagomago antes del 2007.
La renovación de Casa Tagomago se llevó a cabo a lo largo de 2007. Para ello, se tuvo muy en cuenta, tanto el entorno como las técnicas y materiales de construcción imperantes en la época en que fue construida.
Entre los materiales, hubo dos especialmente esenciales para el proyecto, uno fueron las vigas, hechas de castaño y otro fue el suelo de barro cocido, hecho a mano. A la izquierda, la cocina antes de la renovación.
El plan de la planta baja contemplaba la demolición de parte de las caballerizas así como del granero en la primera planta, con el fin de aumentar el espacio dedicado a terraza y posibilitar la construcción de una pequeña piscina. Esta terraza-balcón elevada sobre la calle, está orientada al este al igual que la casa.
A ella se accede a través de la sala comedor, la cocina y el dormitorio de la planta baja. Esta se completa con un baño con ducha y un office con acceso directo al exterior.
La primera planta cuenta con dos dormitorios dobles, un cuarto de baño completo y una salita multiusos, desde donde se accede a la terraza superior. En ella al igual que en la planta baja, podemos contemplar las cambiantes pero siempre magnificas vistas de Sierra Nevada y el lago de Beznar.
Tanto el equipamiento como la decoración han sido especialmente cuidadas en Casa Tagomago, para ofrecer a nuestros clientes una estancia confortable.
Esperamos tener la oportunidad de poder recibirles en un próximo futuro.
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